Ermua rebosa solidaridad

El Banco de Alimentos recogió el pasado diciembre casi una tonelada y media de alimentos en una única jornada, en respuesta al llamamiento realizado por este ayuntamiento. La respuesta ha sido “muy, muy buena y estamos agradecidos/as y orgullosos/as por ello” apuntaba un/a portavoz del departamento municipal de Acción Social. La solidaridad de los/as ermuarras rebosa, no conoce límites. Y es que el llamamiento pedía un esfuerzo de colaboración a la ciudadanía y nos proponía dos lugares –Abiapuntu y Centro Cívico- para la entrega de las aportaciones voluntarias de género. No en un día completo, sino en unas pocas horas, más concremente de 16 a 19 horas. Por ello, tanto el departamento como el equipo de Cruz Roja que lo coordina y las personas voluntarias que ayudan han querido hacer llegar su testimonio de agradecimiento y la expresión de ‘Muchas gracias’.

La verdad es que la respuesta de los/as vecinos/as no pudo ser mejor. Recogimos una cantidad muy considerable de género en unas pocas horas, en Abiapuntu un camión entero y en el Ateneo otro tanto. En esos mil cuatrocientos kilogramos de variados alimentos y artículos de higiene había además, género básico de primera necesidad como el aceite, leche, legumbres, etc…. Género básico que ha llegado a todas las familias en función de su composición familiar, a diferencia de ocasiones anteriores en las que ha habido que priorizar la adjudicación porque las existencias no llegaban para repartirlo a todas ellas. La gente estaba deseando ayudar y se palpaba la solidaridad en cada donación, y paquete recibido. Muchas han sido las personas que han compartido lo que tenían y/o podían; de toda condición y edad, niños/as incluidos/as que se acercaron a entregar y compartir lo que tenían o lo que habían adquirido con el dinero de sus ahorros.

La cantidad recogida posibilitará que las familias que verdaderamente lo necesitan en Ermua sigan contando con este apoyo. La necesidad se mantiene y no conviene que la olvidemos, porque nuestra solidaridad no es para un solo día o una campaña concreta. En nuestra sociedad no es común compartir, nos cuesta y no es fácil pero más difícil es reconocer la necesidad y tener que pedir ayuda. Hay que empatizar y ponerse en el lugar del/a otro/a, porque nos puede tocar a cualquiera.