El IMD crea una zona de espera para usuarios en la planta baja del Polideportivo

Los usuarios del Polideportivo cuentan desde hace un mes con una nueva zona en el vestíbulo del Polideportivo en la que pueden permanecer cómodamente sentados mientras aguardan mientras sus hijos hacen deporte. El lugar dedicado al nuevo servicio dispone actualmente de bancadas de asientos, papeleras y un punto de lectura en el que los usuarios pueden encontrar un buen número de revistas y publicaciones con las que hacer más llevadera su espera.

En breve, este espacio contará también con un servicio de máquinas de venta automática de bebidas y productos alimenticios, una vez se sustancie el concurso público que se convocó recientemente, y una pantalla gigante de televisión desde la que podrán contemplar el interior del recinto de la piscina sin obstaculizar el desarrollo de los cursos que se realizan.

La decisión de situar en el vestíbulo del Polideportivo se ha tomado una vez consideradas y analizadas otras posibles ubicaciones dentro de la instalación, una vez evaluadas por los responsables técnicos del IMD las inexcusables exigencias de seguridad de sus posibles usuarios, mayoritariamente niños de muy corta edad.

Las expendedoras ofrecerán productos asequibles a los/as deportistas para que repongan líquidos y energías

Con la instalación de máquinas expendedoras se pretende dar servicio a los deportistas usuarios de las instalaciones que, desde que se clausuró la cafetería al no presentarse ninguna oferta, no podían reponer líquidos y energías tras la práctica deportiva.

En el repertorio de bebidas que se despacharán a tenor de lo que se indica en el pliego de condiciones que rige el concurso público, figuran refrescos sin azúcar, zumos, batidos, biofrutas, bebidas isotónicas, agua mineral, cafés, tés, infusiones, leche, chocolate o caldo. Del mismo modo, entre los productos sólidos alimenticios figuran sándwiches, bollos, aperitivos, chocolatinas o galletas.

Entre las exigencias contenidas en el concurso destaca que todos los artículos de marcas acreditadas y una lista de precios de venta máximos que las empresas licitadoras no podrán rebasar a fin de que los productos sean lo más asequibles posible al bolsillo de los usuarios.