Tener mascota, digna y responsablemente
Ha transcurrido un año desde que se aprobó en nuestro municipio la ordenanza reguladora de la protección y tenencia de animales, que ha supuesto un importante paso para mejorar el mantenimiento de las aceras, plazas y jardines de nuestro pueblo, en las adecuadas condiciones higiénico-sanitarias y de limpieza.
A ello ha contribuido una mayor concienciación de la ciudadanía en general, y de las personas propietarias de perros en particular, sobre la tenencia responsable de animales y la importancia de adoptar comportamientos cívicos a este respecto.
Porque una mascota es una fuente de satisfacciones pero también conlleva obligaciones relativas a su cuidado y a la normal convivencia con el resto de ciudadanos y ciudadanas. La persona propietaria tiene que hacerse responsable de su mascota y de todo lo que ello conlleva en caso de que el animal cause algún perjuicio. El animal no es culpable pero su dueño/a sí debe ser responsable.
Afortunadamente, la mayoría de las personas dueñas de perros son personas cívicas que se responsabilizan de su perro y depositan las heces en un contenedor o papelera, para que ninguna otra persona se vea perjudicada.
El animal no es culpable, su dueño/a sí debe ser responsable
Por desgracia, algunas pocas personas que se autoproclaman amantes de los animales no asumen las obligaciones que son propias de las personas que quieren a sus animales y que consisten no sólo en darles de comer, lavarles, desparasitarles y darles otros cuidados sanitarios, sino también en respetar las más básicas normas de educación ciudadana con el objeto de armonizar la convivencia pacífica y respetuosa entre las personas propietarias de perros y el resto de ciudadanos y ciudadanas.
Porque todas las personas que vivimos en Ermua nos merecemos una ciudad razonablemente limpia, en la que sea agradable pasear por las calles y jardines, sin riesgo a pisar un excremento de perro o de que un niño o niña se infecte al entrar en contacto con dichos excrementos mientras juega en la calle. “Mi perro es muy dócil, estando suelto no molesta a nadie”, y un largo etcétera de excusas sólo sirven para no cumplir las normas y faltar al respeto al resto de ciudadanos y ciudadanas que tienen derecho a pasear sin molestias y sin pisar excrementos.
La situación ideal sería aquella en que personas y animales pudiéramos convivir juntos en la ciudad y que en el mismo espacio pudiéramos estar niños/as, ancianos/as, perros, todos/as, pero, por desgracia, de una parte, hay personas que ni conviven con animales en sus casas, ni tienen intención de hacerlo en la calle, y de otra parte, hay algunas personas dueñas de animales que ni tienen vigilados a sus perros ni recogen sus heces de la calle.
A la Policía Municipal le toca velar por el cumplimiento de las normas
Tenemos claro de quién es la responsabilidad. A la Policía Municipal le toca velar por el cumplimiento de las normas y a las personas propietarias de los animales respetarlas.
Ante una posible colisión de derechos, en el Ayuntamiento entendemos que se debe dar a cada uno lo suyo, a los animales los suyos, pero nunca quitándoselos o recortándoselos a las personas, y, por esta razón es por lo que se ha optado por exigir a los/as dueños/as de los animales que los conduzcan atados para evitar cualquier situación de riesgo para otras personas, en la vía pública.
Por desgracia, vivimos en un momento en el que parece que nadie respeta a nadie y, de momento, se hace necesario insistir en la apelación al civismo de las personas propietarias de perros, con el control y sanción de los incumplimientos que aún se puedan producir.
Queremos que, en un futuro no lejano, la Policía Municipal no deba denunciar ni, por tanto, sea necesario ejecutar el cobro de sanción alguna porque todas las personas que poseen un perro asumen y cumplen su compromiso para con su perro y con los demás ciudadanos y ciudadanas, cuidando y paseando a su perro atado por las calles de la ciudad y, en su caso, recogiendo los excrementos que los animales depositen en la vía pública.
La cooperación de la ciudadanía: colaborar en la erradicación de este problema
Desgraciadamente, no podemos detectar y sancionar de manera directa todas las situaciones en que se puede producir el incumplimiento de la ordenanza reguladora de la protección y tenencia de animales, por lo que pedimos la cooperación de la ciudadanía de modo que quienes tengan conocimiento de un lugar en que se produzca la concentración de animales a los que sus dueños/as llevan para pasear e, incluso, hacer sus necesidades, sin que luego recojan los excrementos y los depositen en una papelera o contenedor próximo, llamen al teléfono 943176300 de la Policía Municipal, dando cuenta del aviso, en cuyo caso podremos instruir un procedimiento sancionador contra las mismas y, entre todos/as, colaborar en la erradicación de este problema.
Al margen de la labor preventiva y, en su caso, correctiva de las infracciones a la ordenanza municipal sobre tenencia y protección de animales que realiza la Policía Municipal, la limpieza de los excrementos de perros en las zonas ajardinadas de nuestro pueblo también plantea serios problemas derivados de su alto coste.
Las zonas ajardinadas las atiende y mantiene este Ayuntamiento con personal propio
La Mancomunidad de Debabarrena, en la que se integra nuestro Ayuntamiento, presta de manera directa el servicio de limpieza de las calles pero no de las zonas ajardinadas. Para limpiar y mantener las mismas el Ayuntamiento tiene contratadas a dos personas de manera específica. Somos conscientes de que pueden ser insuficientes para atender todas las necesidades con la inmediatez que a todos nos gustaría, pero debemos gestionar los recursos económicos de nuestros vecinos y vecinas con la prudencia que exige el actual tiempo de crisis económica que aconseja no incrementar, de momento, la dotación de este personal.
Con carácter ordinario, estas personas realizan un trabajo programado para mantener la jardinería, taludes, etc., del municipio, de modo que todas las zonas tengan una atención similar, por lo que normalmente transcurre un tiempo largo entre las ocasiones en que se trabaja en determinada zona.
En última instancia, el cumplimiento de cualquier norma es una responsabilidad que a todos los ciudadanos y ciudadanas nos incumbe y, porque compartimos el objetivo de que Ermua esté cada día más limpia y sea más habitable, las personas propietarias de un perro deben responsabilizarse y recoger los excrementos de su perro, introduciéndolos en el interior de cualquier contenedor cercano. Porque los perros no saben de ordenanzas, ni dónde hacen sus cacas y sus pises, ni si tienen que ir sujetos con correa o con un bozal puesto, si tienen la catalogación de animales potencialmente peligrosos.
Noticias relacionadas

Ha cursado la petición a la Policía Nacional para avanzar hacía una administración cercana y digitalmente accesible

El programa de sensibilización sobre los riesgos y siniestros viales llegará a Ermua el próximo lunes

Las lluvias han provocado cortes en el cableado que afectan a la señalización