Gillermo Bengoetxea

Nació en la calle Izelaieta 8 el 10 de febrero de 1878 y es una de las representaciones literarias más relevantes de la villa. Fue escritor, bertsolari y pelotari, y se le conocía como Txindurri, que no solo le daba nombre a él, sino a todos los miembros de la familia que fueran de la casa Txindurri. A su abuelo se le conocía por el sobrenombre Txindurrinekoa, nombre que la casa y vivienda de Gillermo Bengoetxea, que tenemos delante, ha mantenido hasta el día de hoy.

Su padre, Pedro Bengoetxea Lasarte, se dedicaba a la fabricación de armas, concretamente a fabricar los mecanismos que accionaban el tiro en las armas de fuego. Gillermo también se dedicó a las armas de fuego durante algunos años y del mismo modo, trabajó en la compañía de Ferrocarriles Vascos.

Sufrió las consecuencias de la Guerra Civil en primera persona, ya que fue encarcelado en la Prisión de Larrinaga, en Bilbao, y después en la Isla San Simón de Vigo, una isla que acabó siendo más un campo de concentración y exterminio que un centro penitenciario.

Siempre tuvo espíritu montañero que le hacía subir a las cimas de su entorno, y también era hábil en el deporte de la pelota. Fue corresponsal del periódico Euzkadi y se inició en el mundo del bertso hasta componer los suyos propios. Entre los y las ermuarras son conocidas las obras Ehiztariak, Elorrixotik etorri jakin o Neure alaban seme. Aun así, son dos los más conocidos: Babia saltzen y Hartzaren koplak.

Imagen
Gillermo Bengoetxea ermuarra

 

 

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