La pasión rojiblanca llenó las calles y casas de Ermua
La pasión por los colores rojiblancos del Athletic Club no conoce límites fronterizos. Los resultados de la temporada y el juego del equipo, si cabe, la han acrecentado. Ayer fue un día grande. Se vivió como correspondía; con ilusión y esperanza a raudales, pensando que ésta era la ocasión buena, la que nos traería un título. No pudo ser, pero que nos quiten lo bailado. Finalistas y subcampeones. Ermua se volcó, y la Peña Herri Muga sacó incluso una particular ‘gabarra’. La fiesta fue redonda, como corresponde a un deporte como el balompié. Sólo faltó la victoria, que ya llegará la próxima vez.
No hay ninguna duda de que Ermua es bizkaina; hasta la médula dicho en lenguaje castizo. Y el alma zuri-gorri despertó con el día. Había camisetas, banderas y escudos del Athletic por doquier. Integrantes de la Peña ‘Herri Muga’ se dejaron ver y sentir desde por la mañana. El ambiente fue subiendo registros como el calor y, por la tarde tuvimos pasacalles con la fanfarria Irulitxa y paseos en gabarra para los/as más pequeños/as. A la hora de inicio del partido la expectación era máxima. San Pelayo era un punto estratégico, con la pantalla led para el exterior de grandes dimensiones. Las sociedades gastronómicas llenas y los establecimientos hosteleros con más gente que un día normal laborable. En San Pelayo cerca de un millar de personas.
El sufrimiento comenzó con el primer gol. Y la tristeza nos invadió con el pitido final y un resultado excesivamente largo para el juego desplegado en el campo. No pudo ser. Decepción. Pasado el trago, ánimo, que nos queda otra final. ¡Aúpa Athletic!
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