El ciclo dedicado a Colombia continúa adelante con la proyección de ‘Apocalipsur’

El colectivo Mudro-Drogot y la biblioteca nos ofrecerán hoy la segunda de las películas programadas para este mes, en el ciclo dedicado a la producciones colombianas. La película elegida para hoy es Apocalipsur (2007), del director Javier Mejía. Se exhibirá en las sesiones habituales de 19:00 y 21:30 horas. El segundo pase contará con la dinamización de Nancy González Coca, experta en cine, conocedora de primera mano del cine de su país y organizadora y coordinadora de ciclos, talleres y proyecciones de cine relacionados con temas jurídicos, sociales y políticos. Además, ha publicado artículos y entrevistas en revistas especializadas en cine.

La película fue ganadora del premio a la mejor película colombiana del año 2007 en el Festival de Cine de Cartagena. Intérpretes Andrés Echavarría, Pedro Ochoa, Maricela Gómez, Ramón Marulanda, Camilo Diaz. Dura 101 minutos. Cuenta la historia de un grupo de jóvenes que viajan en una camioneta durante los años 90 en Medellín cuando esta era azotada por las mafias del narcotráfico, en especial la época relacionada con el Cartel de Medellín Los Pepes y la caída de Pablo Escobar. La película cuenta con la participación del fallecido Hernando Casanova (el culebro), en un segmento rodado con anterioridad al resto de la película.

Sinopsis

A comienzos de los noventa Medellín es un lugar peligroso para vivir. Las reglas han cambiado y hasta los policías tienen un precio. Al “Flaco” le toca huir hacia Londres por las amenazas que existen contra su madre. A pesar de que se siente miedo en las calles y no hay ningún sitio seguro, sus amigos y su novia le hacen una gran despedida con banda de rock a bordo. Pasados unos meses el “Flaco” va a regresar y en la ciudad las cosas no parecen haber cambiado: la guerra continúa y las bombas estallan. Sus amigos van por él al aeropuerto en Bola de Nieve, la camioneta en la que tantos kilómetros han recorrido juntos y que se ha convertido en el refugio de todos. Es el momento de huir de la ciudad y meter el acelerador a fondo, o simplemente adentrarse en un viaje alucinado por sus vidas.