No sube el precio del agua. Cambiamos el modelo para que pague más quién más consuma
La factura del agua recién girada, correspondiente al primer bimestre del año 2014, ha generado controversia entre los/as abonados/as al servicio y también un punto de polémica en la opinión pública local. Esta reacción es comprensible y tiene su base en la coincidencia de distintas circunstancias, que desde el Ayuntamiento no hemos sabido explicar previamente con el detalle y la profundidad que el asunto requería. En estos días, las oficinas de Abiapuntu, Aquarbe, la OMIC y las Oficinas Técnica y Económica han atendido y ofrecido explicaciones a vecinos/as sobre el cambio en la estructura tarifaria.
Con esta noticia que hoy publicamos queremos aportar las explicaciones necesarias sobre las decisiones que nos han traído hasta el punto donde estamos, que complementaremos en próximos artículos con la publicación de nuevos contenidos para explicar “el precio del agua”.
La Corporación municipal aprobó cambiar el criterio para facturar el agua
La Corporación municipal aprobó la actualización o modificación de las Ordenanzas fiscales –tasas e impuestos- para este año 2014 en la sesión plenaria del pasado 30 de octubre de 2013. Entre ellas la del suministro de agua potable, que presenta cambios que debemos conocer y tener en cuenta.
En Ermua teníamos la reivindicación de personas que consideraban injusto el criterio de la anterior Ordenanza de que cada abonado/a dispusiéramos de un mínimo de 26 m³ cada dos meses y que esa la cantidad la pagáramos todos/as por igual, incluidos/as quienes no llegaban ni consumían dicha cifra. Ese criterio venía heredado de hace 25 años atrás, cuando no todos los hogares, comercios, o industrias tenían contador. Consecuentemente, tampoco podían realizarse lecturas del consumo real de cada cuál para imputar a cada uno/a lo suyo. Por ello, se estableció el criterio de sostener ‘solidariamente’ entre todos/as los/as abonados/as el coste de disponer de agua corriente, controlada y apta para el consumo humano, esto es, el coste de lo que realmente cuesta disponer del líquido y necesario elemento allí donde nos encontremos y cuando lo necesitemos, fijándose una tasa por el servicio recibido, a mantener entre quienes lo usamos.
Cada abonado/a afrontamos el coste de mantener la red y nuestro consumo real
Pero ese criterio de abonar todos/as universalmente el coste del servicio ¿es justo? La respuesta es un no rotundo. No es justo que tengamos todos/as el listón del cupo mínimo en 26 m3/bimestre (una persona mayor que viva sola consume menos de 7 m³ en dos meses) y que lo paguemos todos/as igual, con mayor agravio para quien no consume esa cantidad, a pesar de tener que abonar por ella.
Y todavía es peor que paguemos en concepto de alcantarillado una parte de esa agua que no hemos utilizado ni regresa al desagüe para volver al ciclo del agua.
Entonces, ¿por qué mantener el criterio y que quienes utilizan menos agua asuman y mantengan el coste de quienes mayor consumo realizan? Una única persona de un hogar no debiera de utilizar más agua que otra donde conviven cuatro. Las circunstancias son muchas y muy variadas, nuestra sociedad ha cambiado y también la composición de las familias (monoparentales, personas solas, etc.)
Para mayor justicia, si cabe, ahora tenemos en cuenta el número de personas de cada hogar, a tenor de los datos del Padrón de Habitantes. Ahora que todos disponemos de sistemas de lectura –contadores- y éstos pueden leerse o facilitarse sus datos, se ha optado por dar el salto a un cambio en la forma de tarifar teniendo en cuenta los consumos reales.
Por ello, hemos decidido cambiar la estructura tarifaria –replantear y redistribuir los mismos conceptos- que no los precios, que siguen siendo los mismos 0,66 euros por m3 y 1,05 euros por los consumos que superen el tramo 1 fijado.
El objetivo es que el reparto del mantenimiento sea ‘socialmente más justo’, porque cada uno/a pagaremos por nuestro consumo real, medio ambientalmente ‘sostenible’ porque saldremos beneficiados/as quienes hagamos un uso racional del agua y consumamos menos.
A partir de ahora “quien más agua use, más pagará en ese concepto”, por lo que el criterio persigue un uso más racional y la sostenibilidad del recurso. Además, la empresa adjudicataria de la gestión del servicio cuenta con un nuevo reglamento que regula las condiciones en la prestación del servicio, publicado en el BOB nº 2, del 3 de enero del presente año. Por cierto, decir que la empresa ha variado recientemente su denominación por cambios y absorciones empresariales, llamándose Aquarbe actualmente sin que dichos cambios hayan afectado a la prestación del servicio ni a su personal. El servicio sigue siendo público y la titularidad municipal, como de deduce de la factura que incluye el escudo municipal.
El metro cúbico mantiene igual precio: 0,66€ para el tramo 1 y 1,05€ para la cantidad que exceda de ese tramo
El objetivo del nuevo sistema no es recaudar sino cambiar el modelo para que pague más quien más consuma, y menos quien menos consuma.
Así se ha eliminado el mínimo, siguiendo las directrices europeas de elaborar estructuras binómicas, esto es, una cuota fija y una cuota progresiva por consumo, con el objetivo de fomentar un uso eficiente y responsable del agua, además de introducir los criterios de igualdad y homogeneidad.
Antes de tomar esta decisión se ha comparado la fórmula que teníamos con un mínimo y un sobre consumo sin cuota, la estructura de cuota y bloque de consumo, y está estructura que tiene en cuenta además el número de personas empadronadas en cada hogar, optándose por esta última.
El estudio ha tenido en cuenta los consumos del último año. En estructuras de cuota y bloque el consumo diario está en torno a los 105 litros por persona y día, en el conjunto de Euskadi. El consumo doméstico registrado en el último año en Ermua es de 586.613 m³. Los datos de Ermua indican un consumo de 99 litros por persona y día. Está estimado que el 33% de los consumos domésticos en la localidad están por debajo de la franja de 3 m3 al mes (6 m3 al bimestre), por lo que se ha fijado el cupo en 3,5 m3/persona y mes, 7 m3 persona al bimestre.
El apartado de conservación del contador sube el precio para poder acometer un proyecto de telelectura –remisión de datos de forma automática- y cambiar el 10% del parque en cada ejercicio. Ello mejorará los datos y lecturas, no siendo necesario entrar en los domicilios, ya que el 70% de los contadores están en el interior de las viviendas.
El consumo en Ermua se sitúa en 99 litros por persona y día
La nueva tarifa ha variado la forma facturar el consumo de ese escaso recurso natural. Desde este 2014 los/as ermuarras, por una parte, pagaremos una cuota fija por disponer del servicio –como en el caso del teléfono, la luz, el gas, etc.- y, por otra, una variable por el volumen de nuestro consumo real –cada m3 consumido-.
Los tramos están al mismo precio, sin incremento ninguno. Además computa la variable del número de personas residentes en la vivienda, para ahondar en el criterio de igualdad. La única subida que podemos constatar en nuestro último recibo es de 64 céntimos, pues la conservación del contador ha pasado de 1,20€ a 1,84€.
Y aunque no está indicado en el recibo, muchas familias hemos tenido el descuento de 2,60 euros en la basura por estar utilizando el quinto contenedor o el ‘marrón’ para orgánicos.
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