Juan Villegas (52 años) ha trabajado en la estación de servicio de una solitaria ruta patagónica durante los últimos veinte años de su vida. La estación ha sido vendida y los nuevos dueños piensan en modernizarla.Juan, junto con otros empleados, es despedido. Mientras busca otro empleo, intenta sobrevivir de una vieja afición: hace cuchillos con mangos artesanales. Pero no le va bien. Ni consigue trabajo ni vende cuchillos. Vive el drama de la desocupación en su aspecto más trágico: con la edad que tiene y sin especialización alguna, comienza a entender que ha sido descartado del mundo.
Hileko nobedadeak
“Puedes acabar con tu vida sin matarte”, le susurra el médico. Cahit, 40 años, temporalmente recluido en una clínica psiquiátrica después de un intento de suicidio, entiende la críptica frase: debe volver a empezar. Sibel, bonita, joven y turco-alemana (como Cahit), disfruta demasiado de la vida para ser una musulmana decente. Desesperada por escapar de la cárcel de su devota y conservadora familia, finge suicidarse. Pero no consigue la libertad, sino la deshonra. Sólo el matrimonio puede salvarla. Ruega a Cahit que se case con ella. Él acepta muy a pesar suyo.
A finales de la primera Guerra Mundial, Klaus Schneider se recupera de sus heridas en un hospital. El doctor que le atiende descubre que se halla especialmente dotado para la hipnosis y la adivinación y le ayuda a desarrollar estos poderes. Años más tarde, Klaus se traslada a Berlín, cambia su nombre por Hanussen, y ejerce de adivino e hipnotizador. Ya establecido, predice el auge y el trágico fin del tercer Reich, lo cual le pone en peligro ante los poderosos nazis.
Un niño que trabaja para ayudar a su familia.
Una mujer encarcelada por decir lo que piensa.
Un hombre que va a ser ejecutado.
Tres miradas, tres voces, una sola historia.
Una película sobre los que viven en la espalda del mundo.
Amanece en La Habana. La ciudad despierta y comienza un día y el film. ¿Por qué un día en La Habana? Porque La Habana, hoy, es un punto de referencia para muchos; un misterio para otros y un sueño lleno de contradicciones y contrastes para quienes la aman o la critican. Pero La Habana no es sólo un espacio, una sonoridad, una luz. La Habana es su gente.
Y “Suite Habana” es un día simple en la vida de diez habaneros comunes.
En pleno invierno, un poeta y periodista regresa a su ciudad natal, la remota Kars, en la frontera de Turquía, después de largos años de exilio político en Europa occidental. La ciudad que encuentra es un lugar conflictivo: hay una ola de suicidios de chicas a las que se les ha prohibido llevar la cabeza cubiera en la escuela, los islamistas van a ganar las elecciones locales, y el jefe de los servicios de inteligencia es de una eficiencia brutal.
La construcción en 1966 de un nuevo instituto de enseñanza media en Getxo desentierra la historia del hombre solitario que decidió recluirse en el solar y cuidar de una higuera al poco de acabar la guerra civil. Se trata de Rogelio Cerón, uno de los falangistas que fueron casa por casa para llevarse a fusilar contra las tapias del cementerio a varios de los hombres de Getxo.
Tel Aviv, hora punta. Una mujer acciona los explosivos que oculta bajo sus ropas en un restaurante atestado de personas. Las numerosas víctimas empiezan a llegar por oleadas al hospital. El doctor Amín Jaafari, un israelí de origen palestino, se pasa el día intentando salvar lo insalvable. Hasta que de repente el caos y la confusión dejan paso a la sorpresa y la amargura: entre los muertos se halla el cadáver destrozado de su mujer. Y, lo que es peor, todo apunta a que ella es la terrorista suicida. El mundo se derrumba en torno al doctor Amín.
Una elegante casa en un acantilado del norte de España, en un lugar figurado, Lobreña, es el paisaje inicial y final de este relato. Ésta es la historia de Matilda Turpin: una mujer acomodada que, después de trece años de matrimonio feliz con un catedrático de Filosofía y tres hijos, emprende un espectacular despegue profesional en el mundo de las altas finanzas. Esta valiente opción, en este siglo de mujeres, tendrá un costo. Dos proyectos profesionales y vitales distintos, y un proyecto matrimonial común. ¿Fue todo un gran error? ¿Cuándo se descubre en la vida que nos hemos equivocado?