El americano que amaba a Moby Diok

Yo lo veía como un americano alto y guapo que hablaba de un modo suave y con palabras maravillosas. Fue un primer encuentro presidido por los malentendidos, pero él, al recordarlo, se mostraba orgulloso de que nos hubiéramos conocido "bajo el enigmático influjo de Moby Dick".
Robert era un hombre extraño, muy extraño. Desde el primer momento intuí que nunca llegaría a conocerlo del todo. Tenía rincones tan ocultos y se mostraba a menudo tan misterioso...