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Perdidas de risa

Silvia Abril
Helduentzako fikzioa
A los 50, la puñetera crisis no te pilla por sorpresa. Te pilla medio ciega, menopáusica y con tus primeros achaques. Es en ese punto de inflexión que a la peña le coge la pájara de pensar todo aquello que le queda por hacer.